Gustavo Boschetti
Blog del autor
barrancas
qué luz de eternidad, qué epifanía
buscaba la tinta barrosa de mis sueños
aquel verano de perfumes del sudeste
cuando el viento quebraba las gramillas
y yo, casi yéndome
advertía:
no
sólo el río y su tormenta
sino
también
la
sustancia del trueno
el
aliento fantasmal de las marismas
los
horizontes afilados
toda
la tierra en fuga
y tus ojos, linda,
regresándome
San Lorenzo
para bien o para mal
tres nudos franciscanos
amarraron tus costillas
hija de una pluma diamantina
de una furiosa marea de fe
en entrevero con hiedras esmeraldas
soles temibles, voluntad de tapiales
así ocurrió la nidación
en ramitas de eucaliptus, y hoy
entre sus hojas
trepida la infinitud
que nos encuentra
¿podía tu espalda dulce alunarada
ser blanco sugerente de topacios?
¿o era la fiebre de una jungla
lo que ardía en tus mejillas?
yo recuerdo
llevabas beatles zurcidos en los labios
y la piedad del cántaro en la mano
como si de tu agua dependiesen
locos, farsantes, mercaderes,
estibas, poetas, abogados…
dame una vez más, dame
la canción aquella que decía:
“en mi vida, los he amado a todos”
El río decimal (frag. V)
¿respirarte
acaso con los pulmones del exilio,
buscarte con la sed
póstuma en la boca?
¿enhebrar tu aliento con las trenzas
de mi piel,
mis cicatrices?
hay desamparos en las laderas de los
cuerpos,
invocaciones que nunca ha dado con el
nombre
qué hacer entonces en esa orilla donde humea,
como un incienso,
la ilusión de los perdidos:
soñar pájaros y adivinos
amuletos y espejismos
soñar el vértigo del alba
tejiendo tu luz
Gramática de la sombra, una reseña de "La tierra en fuga"
por Eduardo Valverde / especial para El Ciudadano
Enlace: https://elciudadanoweb.com/gramatica-de-la-sombra/
Tras haber publicado una colección de cuentos, titulada En pedazos (Ciudad Gótica, 2007), Gustavo Boschetti (San Lorenzo, 1969) ahora irrumpe en el horizonte lírico rosarino con su poemario la tierra en fuga (Paola Chinazzo Editora, 2024).
Este libro, con un exquisito y sobrio diseño en la portada, despliega su magia a lo largo de 70 páginas. Sus 29 poemas están agrupados en cuatro secciones: “la tierra en fuga”, “lo innominado”, “el río decimal” y “coda”.
Este poemario exhibe en todo su contenido una marcada ontología de carácter netamente experimental, disruptivo, adhiriendo puntillosamente a la preceptiva literaria que inauguró en la primera mitad del siglo XX el poeta norteamericano Edward E. Cummings (1894-1962).
Cummings es el autor de esos revisitados y celebrados versos, donde asegura: (no sé qué hay en ti que se cierra/ y se abre; sólo algo en mí comprende/ la voz de tus ojos más profunda que todas las rosas)/ nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas).
Siguiendo a Cummings, Boschetti escribe una gran parte de los poemas de este libro utilizando siempre minúsculas y sin signos de puntuación. Incluso el sanlorencino lleva al extremo este recurso, renunciando al punto final que usualmente clausura todo texto y que sí respetaba Cummings.
Una breve estrofa del mejicano Octavio Paz abre el poemario, exponiendo la aspereza que envuelve a toda praxis poética. Cada sección que compone el libro, excepto la última, “coda”, está sucesivamente acompañada al pie por un epígrafe de los poetas rosarinos Pedro Bollea, Jorge Isaías y Hugo Diz.
La primera sección, “la tierra en fuga”, que da título al libro, se abre con un bello epígrafe de Bollea, una suerte de ars poética. Este apartado incluye 15 poemas (la mitad del libro), algunos de ellos de un gran peso específico conceptual, que define la “temperatura lírica” del poemario.
Su primer poema, “piedra”, en la página 9, oficia como una exaltación de la amada del poeta, a la que convoca para acompañarlo a enfrentar el agobio del mundo.
Boschetti, ante la dureza de la existencia, le pide a su amada: “…cincela entonces mi nombre en tu silencio/ la gramática amarilla de la luna/ nada dice de la falacia del tiempo/ de la guarida remota/ donde creo haberte visto/ acantilando la vida/ contra el negro vegetal de las paredes/”
Resulta notable el peso simbólico que esgrime esa forma verbal ficticia: acantilando.
En el poema “barrancas”, página 12, el autor afirma: “…no sólo el río y su tormenta/ sino también/ la sustancia del trueno/ el aliento fantasmal de las marismas/ los horizontes afilados/ toda la tierra en fuga/ y tus ojos, linda,/ regresándome…”
Como se puede apreciar, en el antepenúltimo verso del poema hace su irrupción el título del libro.
En la página 19, Boschetti homenajea a su ciudad a través del poema “san lorenzo”: “…para bien o para mal/tres nudos franciscanos/amarraron tus costillas…”, asegura el poeta, aludiendo a los tres principios constitutivos de la orden (pobreza, castidad y obediencia), y más adelante se pregunta: “…¿podía tu espalda dulce alunarada/ ser blanco sugerente de topacios?/ ¿o era la fiebre de una jungla/ lo que ardía en tus mejillas?…”
Aludiendo a la omnipresencia del Cuarteto de Liverpool entre los argentinos, el poeta asegura: “…yo recuerdo/ llevabas beatles zurcidos en los labios/ y la piedad del cántaro en la mano/ como si de tu agua dependiesen/ locos farsantes, mercaderes,/ estibas, poetas, abogados…” Luego de esta variopinta enumeración, el poeta finaliza el homenaje a su tierra natal: “…dame una vez más, dame/ la canción aquella que decía:/ “en mi vida, los he amado a todos”. En la línea de remate del poema, Boschetti reproduce la última parte de la letra de “En mi vida” (“In my Life”), canción de Lennon & McCartney.
Los poemas “éxodo”, “los asesinos” y “a un psicópata de silicon valley”, tienen una clara impronta social y política, en especial el segundo de ellos, que cuestiona claramente a los burgueses agrarios que producen la quema indiscriminada del humedal frente a Rosario y al cordón industrial de la ruta 11.
En la página 31, el poema titulado “dilemas (ars poética)” es el primer intento de Boschetti de analizar aquellos principios filosóficos y sociales que, dentro del género lírico, lo impulsan a escribir en determinado registro. Este primer esbozo de programa ideológico-político va a ser claramente profundizado y desarrollado en la última sección del libro, “coda”. Este texto se estructura alrededor de una serie de preguntas retóricas que permiten al lector aproximarse a los valores que impulsan al autor a ejercer una escritura consciente y situada dentro del registro lírico.
En el remate, Boschetti se pregunta: “…quiero decir, poema:/ ¿por qué soy tu impávida evidencia/ del mismo modo que un barco/la impávida evidencia del río es?…//”
La segunda sección, “lo innominado”, contiene un epígrafe de Jorge Isaías, y está conformada por cuatro poemas que, apelando a un registro pleno de nostalgia, define ciertos sitios de la ciudad de Rosario muy valiosos para el poeta. Es necesario precisar que en esta sección Boschetti abandona el estilo vanguardista que caracteriza al primer apartado, y entonces se vuelve a textos de estructura clásica, con el uso de las mayúsculas y de los signos de puntuación.
En el primero de ellos, “Nuevo domicilio: San Martín 1484”, el poeta rememora el sitio donde vivió en su lejana juventud, cuando apenas había llegado a Rosario para iniciar sus estudios universitarios. “…Aprendí muy pronto que un barrio sin nombre es una cosa seria…”, asegura, asignándole al poema, ya en su primer verso, la importancia que dentro de este texto bellísimo, tal vez el más logrado del libro, tiene la impronta de aquellos años fundacionales en la poética del sanlorencino.
“…Lejos del pueblo, me buscaba en las calles/ de una ciudad extraña, y marcaba sus lugares/ en mi duro mapa de quebrantos,/ en el vacío insular del monoambiente…/”, escribe en el primer tramo del extenso poema, para dejar constancia de su extravío existencial en el seno de la gran ciudad.
En otro de los tramos iniciales del extenso poema, Boschetti deja constancia de la ontología netamente impersonal que imprime la gran ciudad santafesina en los recién llegados:”… Así hablaba ‘Zaratustra’, el profeta que vendía milanesas/ en la fritanga de la cuadra:/ “…Esto no es el centro, pibe. Tampoco/ es un barrio. Acá nada tiene nombre,/ ni siquiera los gatos/ que se pasean por los techos./ Pero no te deprimas: vaya de regalo/ esta porción de papas fritas…”. Así dejaba constancia el poeta de la desazón inicial que provocaba el temprano arribo a Rosario.
Y más adelante enumera el poeta algunas de las experiencias que lo marcaron en este difícil tramo vital: “…Tuve ahí mis borracheras, mis iniciaciones./ Y bautismos que se parecieron, en buen grado,/ a los Ahogamientos de Nantes:/ vi a un tipo suicidarse en la puerta de una timba; vi cómo/ saqueaban el súper de Avenida Pellegrini;/ vi llorar a Diego en el Olímpico de Roma,/ en un tele que tenía como antena/ un caño de cortina…”/.
No obstante, Boschetti relativiza cierta oscuridad en esta etapa de su vida: Yo era triste, es cierto. Pero también era feliz./ Feliz y apasionado. Porque no se puede ser feliz y/ apasionado sin un poco de tristeza, cuando las luces/ tiñen de sepia las veredas, y el corazón se hace un ovillo/ anticipándose al silencio de la noche…/”. Luego de un largo periplo por la contracara del tiempo, el poeta finaliza este poema extraordinario con una estrofa notable: “Pero eso no es la memoria. / La memoria es un gato sin nombre/que juega con un ovillo/ en un techo a medianoche…/”
Como una suerte de vívidas postales urbanas de la Capital de los Cereales, Boschetti completa este tramo imperdible de su primer poemario con otras tres “acuarelas de la gran ciudad”: “Galerías de Rosario”, “Lírica fallida de la Plaza Bélgica” y “Chatarrería”, completando lo que podría considerarse una “ontología rosarina en clave de tango”.
La siguiente sección del libro, “el río decimal”, está constituida por diez poemas, algunos de ellos muy breves, casi epigramáticos, donde el poeta despliega en forma generosa su inclaudicable amor por el río Paraná, un atributo que tiene una impronta muy fuerte y manifiesta en los habitantes del cordón industrial Rosario-Santa Fe.
Como claro testimonio del alto voltaje poético de los diez textos incluidos en este apartado, así expresa Boschetti su incondicional maridaje con el Río Marrón: “…Una isla encuentra un hombre desierto. Y lo habita”…//
Y ya cerrando el libro, Boschetti corona su primera incursión en el género lírico desplegando en la última sección, “Coda”, en toda su completud su declaración de principios respecto de la tarea escrituraria en verso, es decir su Ars Poética, que ya había esbozado en la página 31:
“…Hay cierta tierra que siempre está escapando. Es la tierra que corre bajo nuestros pies, bajo nuestra impasible quietud”, asegura el poeta, y afirma más adelante: “Sólo un pájaro puede posarse sobre su constante fugacidad: es el pájaro de la poesía, que irrumpe desde el silencio para quebrar las rígidas paredes del lenguaje instrumental…”.
Y sobre el cierre del único y luminoso texto que integra esta sección, Boschetti completa su mensaje liminal, que brilla en la contratapa del libro: “…La poesía es el pájaro blanco de lo indecible. El único capaz de posarse sobre una tierra siempre en fuga”.
Biografía
Gustavo Boschetti nació en San Lorenzo, Pcia. de Santa Fe, en 1969. Reside en la ciudad de Rosario desde 1989. Estudio filosofía en la UNR. En el año 2007 publicó su primer libro de relatos y desde entonces ha participado en numerosas antologías y publicaciones conjuntas de poesía, narrativa y ensayo.
En diciembre de 2024 presenta su primer libro de poemas: “La tierra en fuga”, ya disponible en portales de venta.
En 2025 editará su novela “El pie en la huella del diablo (un cuento del Cordón)” que en el 2023 resultó finalista en una importante convocatoria de la región.
Colaboró en el suplemento local de Pagina/12 y en distintos portales literarios nacionales e internacionales.
Año, ciudad y país de nacimiento
1969, San Lorenzo, Pcia. de Santa Fe, Argentina.
Ciudad y país de residencia
Rosario, Argentina
Libros publicados
2024, La tierra en fuga, Paola Chinazzo Editora
ISBN 978-631-00-5642-5
2024, Menage a Trois, CR ediciones
ISBN 978-987-8271-55-2
2007, En pedazos, Ciudad Gótica Editora
ISBN 978-987-597-070-0
Antologías
2024, Revista Lecturas Colectivas, Antología, HyA ediciones, Universidad Nac. de Rosario
ISSN 2953-3708
2023: “Andamios – 3° Festival de Poesía de Boedo”, AAVV, Clara Beter Ediciones
ISBN 978-987-48958-4-4
2005: “Cuentos”, AAVV, Homo Sapiens Editora
ISBN 978-950-808-461-3
2005, Cuentistas rosarinos, AAVV, UNR Editora
ISSN 1666 – 2911
2004, El campeón y otros cuentos, AAVV, FUNCAS, Madrid
ISBN 84-96405-00-1
Enlaces URL a algunas de las obras publicadas en la web
https://www.agenciapacourondo.com.ar/cultura/manifiesto-poetico-en-tiempos-de-penurias
http://www.minotaurodigital.net/textos.asp?art=239
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-16953-2009-01-22.html
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/13-14952-2008-08-28.html
https://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/14-16407-2008-12-10.html
Página web o blog del autor:
https://gustavoboschetti.blogspot.com/
Enlaces URL a Redes Sociales
Facebook gustavo.boschetti1
Instagram: @gusbosche
Sobre "En Pedazos" (relatos)
"No es simple la tarea de poner en las manos del lector las llaves de un mundo poliédrico hecho con mosaicos de infinitos espejos, donde cada forma y todos los seres tienen un espacio. No, no es simple, pero es lo que deseo hacer para franquear la entrada a este libro de cuentos de Gustavo Boschetti.
Presentación de "La Tierra en Fuga"
Palabras del autor:
“La tierra en fuga es un libro de tres secciones. La tercera de ellas, El Río Decimal habla, desde luego del Paraná, ese escenario natural con el que siempre tuve un vínculo poderoso, y que sin dudas constituye uno de los factores comunes entre mi vida en San Lorenzo y mi vida en Rosario.
De modo que esta sección no busca ser simplemente una colección de poemas "dedicados" al Paraná, sino que es un diálogo con el río, donde yo, como emisor lírico lo interrogo, lo increpo, lo celebro y vuelvo a interrogarlo, poniéndolo así en una categoría de "sujeto", y entendiéndolo como un espacio que no se observa solo de manera "paisajística”, en modo “pictórico”, sino como a un ente vivo que es modelador y parte de nuestra propia subjetividad.
La mayoría de los poemas que componen esta sección ya tienen algunos años y he intentado explorar en ellos distintas estructuras, como los tankas, los poemas de un solo verso y la prosa poética”
“La segunda sección, que llamé Lo Innominado es “una visita guiada por el territorio de la nostalgia”, donde el autor comprende que hay un solo camino para nombrar aquello que está innominado en la memoria, y ese camino es -desde luego- la poesía. Como epígrafe a esta sección, decidí usar unos versos muy conmovedores de nuestro gran Jorge Isaías”.
"Y en cuanto a la primera sección, La tierra en fuga, que da título al libro, es el conjunto de poemas más recientes. La mayoría de ellos fueron escritos en el último año, y creo que tienen como particularidad el predominio de la imagen, el uso de un lenguaje encriptado, cargado de metáforas y de elementos oníricos. Son poemas que por momentos se rozan con el surrealismo, sin ser estrictamente surrealistas (...)"
"La tierra en fuga" se presentó el pasado jueves 12 de diciembre en el Complejo Cultural Atlas de Rosario. Presentaron María Cecilia Rivarola, Paola Chinazzo y Eduardo Valverde.
Poesía
"La tierra en fuga" (poemas) - Presentación 12/12/2024 - Centro Cultural Atlas (Rosario)
Gustavo Boschetti y otr@s - Revista "Lecturas Colectivas" #4
El día miércoles 23 de octubre, a las 18:00 h, en el Espacio Cultural Universitario (ECU) - San Martín 750 se presentará el #4 de "Lecturas Colectivas".
" (...) Este número de Lecturas Colectivas reúne los textos de poetas, narradores y gestores culturales que tuvieron a la naturaleza como protagonista de sus producciones. Gustavo Boschetti nos invita en “Los meoncitos” a ver al arroyo que contempla su reflejo en nuestros ojos y que, a través de su mirada (y de los versos que surgen de la pluma del poeta), descubre una conexión, un vínculo simbiótico, con aquellos que son capaces de encontrar una llave para abrir la “puerta / que da a la garganta de los pájaros”.
Asimismo, en “El río decimal”, esa conexión ocurre de una forma violenta. La humanidad, indiferente ante tanta muerte y destrucción infligida por ella misma, descubre en su soledad y el fin de su existencia que la naturaleza la habita; naturaleza que pelea por volver a vivir en el rocío que se visualiza como un “sembrado de diamantes”. Coincidentemente, hacia el final de su poema, menciona a Juanele, forma en que llamamos a Juan L. Ortíz, y quien sirve de inspiración y fundamentación para el texto sobre la acción poética “La voz del agua: porque ya es tiempo”, realizada por la gestora y poeta Livia Vives en el Espacio Cultural Universitario (ECU) durante el año 2022.
Allí, Livia realiza un análisis de la relación entre la naturaleza (con la figura del río y los humedales del litoral) y les poetas referentes de la región como el ya antes mencionado Juan L. Ortiz, Edgardo Dobry y Gilda Di Crosta, entre otres. Nos invita a reflexionar y a habitar la naturaleza desde el lenguaje que fluye, nos forma y, al fin y al cabo, crea nuestro hogar. (...)"
BOSCHETTI / ESMAIL / MOYANO - Presentación Menage á Trois - Lunes 14/10/2024 - La Favrika Bar
Rojo,
amarillo, verde
por Gustavo Boschetti
Un tributo prosopoético a Bob Marley
"...y
Dios dirá, cuando haga cuentas con los pueblos, que este hombre nació
allí"
Kebra
Nagast (libro sagrado etíope)
I.
Y ahora, mujer, caminás por la playa
amanecida del Caribe, con el filo del mar que se detiene junto a tus pies
oscuros. El humo del cigarro te cubre como una niebla, te realza los colores
del vestido y de las rastas; y es tan necesario como el instrumento a la
música, como la tela al fantasma. Fantasma errante en busca de la Tierra
Prometida.
El tiempo está abolido. En el
horizonte ya se advierten los “negreros” de otro siglo, las proas arrogantes
del Imperio que señalan a Jamaica.
Llegan, en esos barcos, los esclavos
que Inglaterra trae de Sión, la Tierra Prometida. Suelo de Selassie[i], o Ras Tafari, el que
ordenó a los negros hermanarse y volver al África fecunda, a la selva
venturosa, a la tierra de los leones y de Dios.
II.
Una mañana de 1945, el Capitán Norval
Marley huyó de Jamaica con su flota. Dejó, tras de sí, una isla empobrecida y a
una esclava de dieciocho años encinta. El bastardo (negro, apellido inglés,
rastas tempranas), va a llamarse Robert. Años más tarde errará por los
suburbios de Kingston, fumará el cannabis bíblico de los etíopes, sabrá de Sión
y de Selassie, robará una guitarra a un blanco para tocar a Fats Domino.
Dicen que nació y hubo un ruido de
tambores en el África; un rumor que brotaba de la jungla.
Dicen que, en todas partes, los
seguidores de Selassie levantaron la vista al cielo. Y sonrieron.
III.
Kingston, 1960. Bob mira con ojos de
gaviota a la Jamaica desangrada, a la policía del Imperio dando palo en el lomo
de los negros. ¡Si les quitaban el pan y les cortaban las rastas, para
humillarlos! Bob siente el miedo, pero un mandato poderoso lo obligaba a no
callar. Era en su sangre el llamado de Sión. Y desde el aro del trópico, desde
el regazo cristalino del Caribe, su música como un puente, como un presagio,
como una orden.
IV.
¡Get
up, stand up! De Kingston a Etiopía, de Reykiavik a Sydney, se abre
el eco de un reggae cáustico y sensual. Y es un negro manso, irreverente, quien
lo ha soltado al aire como un hechizo. Hay color en el cuerpo de esa música
(rojo, amarillo, verde), pero también dolor por el hermano sometido, por la
Jamaica encadenada. Música de rastafaris: humo dulce y sagrado de cannabis,
canciones que disparan al Sheriff, negra poesía insurrecta en el idioma de los
blancos (ironía: en el idioma que los blancos plantaron en la lengua de los
negros).
V.
Marejadas de canciones, para que el
mundo sepa: la metáfora de la paz, la exhortación de que todos pueden amar y
ser amados. Y al son de cada reggae, tras el velo intangible del cannabis, se
despliega la bandera de la Tierra Prometida: el rojo de la sangre, el amarillo
del oro, el verde de la tierra. Es música de oráculos, con el primer
acorde en el Caribe y un destino en el suelo mágico de Sión, un poco más allá,
un océano después.
VI.
La música es el único consuelo del
exilio, por eso siempre ha sido cosa de profetas. Y es un negro manso,
irreverente, quien ha soltado profecías como pájaros tricolores. Un día
volverán los esclavos que Inglaterra se llevó de Sión. Volverán al Africa en
carros a tiro de hipocampos, entre visiones de cannabis y el amor a Dios.
Tus pies heridos y desnudos crujen
las arenas del Caribe. Pero no llores, muje. Era necesario que tu raza
despertara, con música de corales, a la bestia ungida en la bandera de Sión.
Era necesario este sonar de reggae; este canto rojo, amarillo y verde; este
profeta.
VII.
América, 1981. El tiempo está
abolido. Hoy ha muerto Bob Marley lejos de la tierra de leones. Y Dios dirá,
cuando haga cuentas con los pueblos, que este hombre nació allí, o en todas
partes.
Nota: Selassie fue último emperador de
Etiopía y abolió la esclavitud en 1942, lo que ocasionó que muchos esclavos de
América quisieran regresar al país. A Selassie también se lo conoció como Ras
Tafari.
