¿respirarte
acaso con los pulmones del exilio,
buscarte con la sed
póstuma en la boca?
¿enhebrar tu aliento con las trenzas
de mi piel,
mis cicatrices?
hay desamparos en las laderas de los
cuerpos,
invocaciones que nunca ha dado con el
nombre
qué hacer entonces en esa orilla donde humea,
como un incienso,
la ilusión de los perdidos:
soñar pájaros y adivinos
amuletos y espejismos
soñar el vértigo del alba
tejiendo tu luz